Diversos estudios sitúan los restos arqueológicos más antiguos del actual territorio continental chileno en Monte Verde alrededor del año 14.800 adC, a finales del Paleolítico Superior, convirtiéndolo en el primer asentamiento humano conocido en América.
Chile prehispánico estaba poblado por una diversidad de culturas aborígenes que se ubicaron en franjas longitudinales, cruzando incluso los Andes y llegando a territorios actualmente argentinos en el Atlántico. En la zona norte del país, a partir del siglo XI, los aimaras, atacameños y diaguitas establecieron culturas agrícolas fuertemente influidas por el Imperio inca que, desde fines del siglo XV, dominó gran parte del territorio actual de Chile hasta el río Maule. Al sur del río Aconcagua, se establecieron las distintas comunidades seminómades de los mapuches, la principal etnia aborigen del país. En los canales australes habitaron distintos grupos indígenas como los chonos, kawésqar, selknam y yaganes. En la isla de Pascua se desarrolló una avanzada y misteriosa cultura polinésica prácticamente extinta en la actualidad.